Para que te voy a contar lo que senti, si...

   Me acuerdo como si fuera ayer mira. Vos no eras nada todavía, mucho menos saber QUE eras, ni siquiera eras una semillita.

   Yo llegue, y tu mama me mando un sms (sms es un mensajito que se mandan las personas por unos aparatitos que se llaman celulares, no importa…te cuento para que sepas. Para cuando vos puedas leer esto, tal vez los celulares ya no existan) para preguntarme si estaba en casa, le conteste que si y me dijo que ahora iba a visitarme. Llegaron con tus papas, y estaba tu tía y los abuelos. Estaban todos en casa lo cual no era raro. Lo que si era raro eran las caras de todos, todos tenían una sonrisa que trataban de ocultar, como cómplices entre todos, sonrisa picara…pero que no podían ocultar felicidad. Te lo cuento como si lo estuviera viviendo de nuevo. Yo estaba sentado, tu mama en frente mío, con el culo apoyado en el calefactor (es costumbre, no te asustes), tu papa parado a mi derecha, apoyado contra la pared, la abuela al lado de tu mama, y el abuelo y la tía sentados a mi izquierda, del otro lado del tablón (es una mesa, pero le decimos tablón).

   Cuando Juli me dijo: “Te tengo que contar algo”, su sonrisa te delato. Aunque hasta ese momento no lo espere, por un momento se me cruzo por la cabeza que eras vos, porque unos días atrás, había hablado con una amiga sobre las ganas de ser Tío que tenia, pero en seguida me dije: “No creo…” así que no la vi venir. Ahí fue cuando me lo dijeron: “Vas a ser Tío”.

   Te cuento por que digo esto. Es para que no te resulte extraña mi reacción. Siempre soñé que cuando me entere que venias, iba a saltar de alegría, llorar, no se…tal vez expresar un poco mas externamente lo feliz que me sentía. Pero no fue así. Abrí bien grande los ojos, quede helado por un segundo y lo mire a tu papa con cara de: “Me esta jodiendo?” me miró, con la misma sonrisa que tu mama y me dijo que si. Pregunte si era cierto que venias, si era cierto que me ibas a hacer por primera vez Tío! Me aseguraron que si. Y helado, casi paralizado (desde la banqueta) felicite a tus papas y se me dibujo una sonrisa que me duró varias semanas. Te cuento para que sepas lo feliz que fui por dentro, y me empecé a imaginar cosas como la primera vez que te lleve a la cancha, que vayas a la plaza a patear un rato, cuando te regale la camiseta de Boca. No es que pensé que ibas a ser machona, sino que estaba tan seguro que eras Nene que jamás se me cruzo una muñequita por la mente (la muñeca es esa nena de mentira que tenes, y que seguramente la vas a pintar, peinar, vestir, retar y mimar como si fueras su mama).

   Los primeros en enterarse fueron mis íntimos. Me acuerdo que ese día hubo asado, para festejar que venias, aunque todavía faltaran 7 meses y 3 semanas. Los 7 meses y 3 semanas más largos de mi vida. Fueron algo más de 4 meses pensando con seguridad que ibas a ser un Nene.

   En principio ibas a ser Martina o Catalina, pero como no sabia que eras, mamá pensó en Mateo también, por las dudas que sigas creciendo, viste? No vas a entender mucho, pero más adelante te cuento.

   Hasta que un día mamá fue a hacerse un control, que es como si te sacaran una foto para ver como crecías, eso se llama Ecografía. Yo estaba estudiando, no estaba ahí así que tu mama me mando un mensaje diciéndome que ibas a ser Nena, y que te ibas a llamar Clara. Clarita, para nosotros.

   De ahí en mas, mis paseos por los shoppings mutaron de casas de deporte y música, en ropa para bebes, juguetes, cochecitos y todo eso. Cambie los botines por lo zapatos, la pelota por las pinturitas y la camiseta de Boca por la remera de Hello Kitty. Me empecé a desesperar para que salieras YA! Estaba ansioso por conocerte, te quería ver la cara, si era cierto que tenias la misma nariz que tu mama…todo! Quería verte ya mismo. Una amiga que me entiende, porque tiene un primito así, chiquito como vos y aparentemente es una conducta común entre nosotros, los tíos, me dijo que dejara de contar los días y deje que el tiempo pase y cuando menos me lo espere, ibas a estar entre nosotros. Dejé de contar los días, aunque sacara la cuenta casi todo el tiempo…las ganas de ser tío no se me iban a ir así porque si.

  Ya la ultima semana deje de contar días y empecé a contar horas, y las ultimas horas empecé a contar minutos. Estaba muy tranquilo esperándote, hasta que me di cuenta que la última vez que la había visto a tu mama en el día, iba a ser la última vez que la había visto con panza. Ahí me puse todavía más ansioso y más nervioso que nunca. Ahí tuve la certeza que llegabas…

  Fue justo dos días después de Pascuas, varios feriados juntos (por eso cuando me viste tenia cara de cansado, pero no te asustes…no tengo siempre esta cara). Fue un Martes, Martes 26 de Abril. Internaron a tu mama a las 7 de la mañana, y yo llegue a la Clínica a las 7 y media. Yo no te quiero ni contar las cosas que se me pasaban por la cabeza el lunes por que no termino nunca más, y antes que contártelas…te las muestro mientras crezcas.

   Deje de contar minutos para empezar a contar segundos! Te juro que fue la espera mas larga de mi vida. Es aun más eterno que esperar una nota de un final. Es aun más eterno que los 500 metros finales de una maratón. Es aun mas eterno que los minutos adicionados de una Final de copa Libertadores…no se con que comparar para que logres entender la ansiedad que tenia de verte! Los que son tíos van a saber entender a lo que me refiero. Transpire, me temblaban las patas, camine, llore, me reí, hable, pensé…hice todo lo que uno puede hacer para que el tiempo pase mas rápido, pero no había caso. Y eso que fueron 15 minutos, nada más. Miraba el reloj y seguía contando segundos, así que me propuse no mirarlo más, por miedo que empiece a ir para atrás. Solo me propuse esperar que salga tu papa del quirófano con vos en brazos. Así te presentaba para todos nosotros, que tanto esperamos para verte.

   No se si alguien habrá estado en algún accidente en algún momento de sus vidas, pero en el momento que te escuchamos llorar…fue algo parecido. Se hizo un silencio pero de vacío, los segundos pasan a ser minutos. El tiempo se frena solo por ese instante en el que lloras. No se siente ningún otro tipo de ruido en el ambiente, es solo tu voz y mis oídos. Éramos en ese momento, y solo por ese instante…solo vos y yo. Llegaron las abuelas en un mar de lagrimas y es como si te tiraran un baldazo de realidad, volves a sentir ruidos de ambiente, charlas, llantos y para no perder la costumbre…ansiedad.

   Pero, como dice la canción: Todo concluye al fin. Y termino cuando salio tu papa con vos en brazos. Siempre imagine que cuando te viera se me iba a dibujar una sonrisa que no se me iba a ir por varios días, que cuando te tenga en brazos iba a sentir una paz que jamás pueda explicar con palabras.

   Hasta que te vi, te tuve en brazos…

   Y para que te voy a contar lo que sentí, si ya lo sentimos los dos…